Con tintes naturalistas, un apreciable realismo, y unos toques de ironía, Blasco Ibáñez relata en esta novela ambientada en Alcira en los albores del S.XIX una intensa historia de amor salpicada de constricciones sociales, fervor religioso, caciquismo, sensualidad, hipocresía, corrupción política. Rafael, único hijo del hacendado D. Ramón Brull y de Doña Bernarda, mujer de fuertes convicciones religiosas y autoritaria para con su hijo, concilia sus obligaciones de terrateniente con una incipiente carrera política. Leonora, la artista, de familia más humilde regresa a su ciudad natal. Rica, flamante pero con el alma repleta de heridas pasadas, desea encontrar sosiego para su espíritu. Intercalando magistralmente en la narración el sentimiento de los personajes, la casi poética descripción de la tierra valenciana con sus aromas y fuerza natural, la música, la pasión y el contraste de lo cosmopolita con lo rural, el autor dibuja un ameno relato entorno al joven diputado y la renombrada cantante de ópera. (Introducción por Lu)